Toma de decisiones: La Intuición.
Los economistas muchas veces nos dedicamos a elaborar complejos modelos que expliquen la realidad y regresiones o incluso modelos multivariantes, capaces de predecir el futuro.
Nuestra vida es una toma de decisiones permanente, donde no siempre tenemos acceso a información de calidad o incluso el tiempo y los recursos suficientes para avalar nuestras decisiones.
Para soluciones este problema hay una herramienta muy útil que se llama: intuición (del latín intueri «mirar hacia dentro» o «contemplar») (Wikipedia)
Según algunas teorías psicológicas, se le llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. El individuo puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión. Las intuiciones suelen presentarse más frecuentemente como reacciones emotivas repentinas a determinados sucesos, percepciones o sensaciones que como pensamientos abstractos elaborados y muy relacionados con las creencias e ideologías.
Eduardo Punset: Es claro que nuestro cerebro realiza multitud de quehaceres cotidianos sin presta atención: caminar, conducir, darse una ducha… Guiados por un piloto automático, por el que nos dejamos llevar, pues sabemos que el resultados de estas acciones suele ser bueno.
Aunque nos seamos conscientes de ello, el cerebro no deja de inferir en la realidad. Se la pasa haciendo conjeturas. Realiza cambios cálculos en todo momento a partir de la información que le entra por los sentidos, y nos ahorra el trabajo de razonar cuanto hacemos. De no ser por ese cerebro inconsciente, deberíamos pensarlo todo y no haríamos nada.
Pero nuestra máquina de pensar entraña algo aún más fascinante: decide por nosotros. Y lo hace bastante bien. Gerd Gigerenzer psicólogo alemán ha constatado que suelen ser más acertadas las decisiones intuitivas que aquellas muy razonadas, cuyos pros y contras hemos balanceado con esmero.
Tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta un buen argumento que si contemplamos diez no tan buenos. Realmente lo que estamos diciendo es que, a veces, descartar parte de la información es bueno.
La mayoría de las decisiones importantes, las tomamos por intuición.
Las intuiciones son atajos a través de los cuales el cerebro decide más rápida y acertadamente. Es más, la mayoría de las decisiones importantes, la tomamos por esta vía intuitiva.
La intuición muchas veces la comparo con el arte, como algo que hay que cultivar, investigar y trabajar para conseguir que sea una buena herramienta para nuestra vida.
Con la formación y nuestras experiencias se cultiva nuestra mente otorgándole la capacidad de utilizar la intuición por encima de la racionalidad. Además mi experiencia me ha demostrado que las decisiones tomadas en base a la intuición son más acertadas siempre.
Mi consejo es que ante una decisión, deberíamos de estudiar y analizar los argumentos más relevantes y en base a esto, nunca en caliente utilizar la nuestra intuición.
PD.-Todo lo que soy se lo debo a mi madre que me ayudo a fomentar la “curiosidad, perseverancia y el humor”. A ella le dedico este artículo de mi blog.
Nuestra vida es una toma de decisiones permanente, donde no siempre tenemos acceso a información de calidad o incluso el tiempo y los recursos suficientes para avalar nuestras decisiones.
Para soluciones este problema hay una herramienta muy útil que se llama: intuición (del latín intueri «mirar hacia dentro» o «contemplar») (Wikipedia)
Según algunas teorías psicológicas, se le llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. El individuo puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión. Las intuiciones suelen presentarse más frecuentemente como reacciones emotivas repentinas a determinados sucesos, percepciones o sensaciones que como pensamientos abstractos elaborados y muy relacionados con las creencias e ideologías.
Eduardo Punset: Es claro que nuestro cerebro realiza multitud de quehaceres cotidianos sin presta atención: caminar, conducir, darse una ducha… Guiados por un piloto automático, por el que nos dejamos llevar, pues sabemos que el resultados de estas acciones suele ser bueno.
Aunque nos seamos conscientes de ello, el cerebro no deja de inferir en la realidad. Se la pasa haciendo conjeturas. Realiza cambios cálculos en todo momento a partir de la información que le entra por los sentidos, y nos ahorra el trabajo de razonar cuanto hacemos. De no ser por ese cerebro inconsciente, deberíamos pensarlo todo y no haríamos nada.
Pero nuestra máquina de pensar entraña algo aún más fascinante: decide por nosotros. Y lo hace bastante bien. Gerd Gigerenzer psicólogo alemán ha constatado que suelen ser más acertadas las decisiones intuitivas que aquellas muy razonadas, cuyos pros y contras hemos balanceado con esmero.
Tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta un buen argumento que si contemplamos diez no tan buenos. Realmente lo que estamos diciendo es que, a veces, descartar parte de la información es bueno.
La mayoría de las decisiones importantes, las tomamos por intuición.
Las intuiciones son atajos a través de los cuales el cerebro decide más rápida y acertadamente. Es más, la mayoría de las decisiones importantes, la tomamos por esta vía intuitiva.
La intuición muchas veces la comparo con el arte, como algo que hay que cultivar, investigar y trabajar para conseguir que sea una buena herramienta para nuestra vida.
Con la formación y nuestras experiencias se cultiva nuestra mente otorgándole la capacidad de utilizar la intuición por encima de la racionalidad. Además mi experiencia me ha demostrado que las decisiones tomadas en base a la intuición son más acertadas siempre.
Mi consejo es que ante una decisión, deberíamos de estudiar y analizar los argumentos más relevantes y en base a esto, nunca en caliente utilizar la nuestra intuición.
PD.-Todo lo que soy se lo debo a mi madre que me ayudo a fomentar la “curiosidad, perseverancia y el humor”. A ella le dedico este artículo de mi blog.
Comentarios
Publicar un comentario