Fortalezas y Trampas de la empresa familiar.
La unidad y el compromiso
son las dos grandes grupos de fortalezas que tiene la empresa familiar,
procedente de que en el fondo hay una familia que desea continuar con tal y que
fluyen a través del nexo de unión cultural conformado en la empresa.
Una familia bien ordenada es una
escuela de virtudes, entre las que destacan la unidad (intereses
comunes, una autoridad reconocida, una confianza mutua, la comunicación, la
compenetración y la flexibilidad) y el compromiso
(entrega a un ideal, el sacrificio personal, la exigencia de lo mejor y el
pensamiento a largo plazo).
Cuando estas virtudes se pierden
por una erosión profunda de la empresa corre el gravísimo riesgo de pasar con
rapidez de lo óptimo a lo pésimo. De transformar la unidad en desunión y el
compromiso en abstención.
Trampas de la empresa
familiar.
2ª Trampa. La confusión de los flujos económicos. Consiste en no querer seguir las reglas de
mercado en la generación y reparto del
valor económico agregado de la empresa.
3º Trampa. La confusión de los lazos de afecto,
propios de la familia y con los lazos contractuales, propios de la empresa. En la familia te aprecian por lo que eres y
en la empresa por lo que haces.
4ª Trampa. El retrasar innecesariamente la
sucesión. “Después de mí el diluvio”, “reinar después de muerto”. Preparar a uno y a otros a la vez que
prepararse a uno mismo para cumplir el mayor reto: dejar a tiempo las propias
responsabilidades en manos de alguien que le aventaja en capacidades
profesionales en la empresa.
5ª Trampa. El creerse inmunizado. Es el la peor de todas y consiste en caer en
algunas de las anteriores, siendo consciente que “somos intocables”.
El reto es ayudar a las empresas familiares para que, apoyándose
decididamente en las fortalezas de la unidad y el compromiso y evitando caer en
las trampas que le son más propias, se desarrollen exitosamente pasando a las
siguientes generaciones y alcanzando posiciones de liderazgo en sus mercados.
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