La Planificación Fiscal vs reducir las Factura Fiscal.

Se acerca final de año y todavía hay tiempo para sentarse, analizar y tomar decisiones sobre cómo pagar menos al fisco, o simplemente intentar hacer previsiones de liquidez sobre el castigo tributario.

El objetivo es “buscar reducir la carga tributaria dentro de los parámetros legales permitidos.”

Mas técnicamente hablando “es obtener los recursos de la empresa y la correcta inversión de los mismos, al considerar requisitos y plazos establecidos por la Ley, para obtener las deducciones o créditos fiscales suficientes para evitar el pago  de dichas contribuciones e incluso obtener saldos a favor de los mismos”

Cuatro consejos:

1. Establecer un calendario de obligaciones fiscales.
2. Revisar los saldos de cuentas contables de impuestos por pagar y controlar la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta y la Cuenta de capital de aportaciones actualizada para determinar los pagos de impuestos cuando se decreten dividendos o se realice una reducción de capital, inclusive para determinar el coste fiscal de las acciones de la empresa.
3. Mantener el archivo fiscal y documental de las operaciones como declaraciones, pólizas, contratos, facturas, pedidos actas, etc.
4. Revisar si se cuentan con saldos a favor de impuestos o importes pagados indebidamente.

Una buena planificación fiscal evita problemas de tesorería futuras. Para el empresario esta cuestión es muchas veces intrascendente, ya que a él le preocupa su proyecto, que es el que le apetece y le importa. El no tener en cuenta la factura fiscal es un grave error que puede perjudicar gravemente a la correcta evolución del negocio.

El proceso a llegar para una correcta planificación fiscal de tipo preventiva se puede compones de las siguientes fases:

1. Análisis de la situación fiscal. Identificar el estado actual de la empresa, desde el punto de vista fiscal, financiero, jurídico, etc.
2. Diagnóstico. Examinar los elementos encontrados en el análisis que servirán de base para la toma de decisiones.
3. Diseño de estrategias.  Se expondrán encima de la mesa a los asesores y accionistas las alternativas, formas y tiempos para su implementación.
4.  Implementación.
5. Mantenimiento. Seguimiento y control de las acciones realizadas, con el análisis de las posibles desviaciones y actualizar cualquier cambio en el entorno que se pueda producir.

No confundir la planificación tributaria con la elusión o evasión fiscal, toda planificación fiscal debe buscar la mejor alternativa dentro de un marco normativo dado.

Planificación fiscal en la sucesión del empresa familiar.

Dentro del proceso de sucesión de una empresas familiar tenemos que planificar la correcta transferencia de la propiedad a la generación siguiente, sin incurrir en deudas impositivas importantes, que puedan mermar la solvencia de la empresa o el patrimonio familiar.

Es muy ilustrativo de lo que se puede hacer con una buena planificación fiscal, el caso de la familia Botín:

 “la planificación fiscal de Botín deja una herencia mermada a las arcas pública”

•  El que fue primer banquero de España había desaparecido de la lista Forbes por el poco patrimonio que tenía ya a su nombre.
• La herencia esta organizada en sociedades familiares y donaciones en vida de forma que la transmisión sea lo menos onerosa posible.
• El impuesto sobre sucesiones por herencia de su padre fue de 60 millones de euros, el suyo podría no llegar a los 8,5 millones.
• Amancio Ortega se puede dejar un buen pellizco a las arcas gallegas.

Conclusión.

La importancia de la planificación fiscal es para las empresas como una forma de optimizar los costos fiscales de sus operaciones, en beneficio mutuo del Estado y sociedad, sujeta al respeto de las normas legales y fiscales.

Cumplir cabalmente con las obligaciones fiscales implica no pagar menos de lo que se está obligado, pero tampoco más de lo que se debe y esto significa estar aprovechando todos los beneficios y estímulos que ofrecen las leyes y siempre dentro de un marco de legalidad y transparencia.

El resultado de la planificación fiscal es un “ahorro” perfectamente cuantificado para las personas involucradas. Al respecto se deberá hacer una análisis minucioso del costo beneficio.  La palabra ahorro la hemos puesto entre comillas, porque se considera que no se obtiene un ahorro cuando se paga de mas, pudiendo pagar solo lo que corresponde.

La planificación fiscal es un proceso creativo y como tal, no tiene límites, si hubiera que delimitarlo habría que señalar la capacidad técnica y creativa del estratega fiscal.

Es muy importante cuantificar los riesgos si los hubiere de las decisiones fiscales, que al final el beneficio de la fiscalidad se pasara dela empresa a la persona física y también podemos estar trasladando riesgos.